Arrancamos el mes de septiembre y la ciudad de Valencia vuelve a fluir plena de actividad tras el pequeño paréntesis veraniego. Se retoman proyectos, iniciativas e ideas, propuestas y en definitiva se vuelve a la dinámica generadora de valor que tanto caracteriza a nuestra ciudad y comunidad.
Pero me voy a referir, por su gran relevancia y porque me atañe directamente, a la celebración, los próximos 10-12 de septiembre, del XXX Congreso Internacional de Reciclaje de Baterías (ICBR 2025) del que ya comenté algunas vicisitudes que pasamos para poder llegar a buen término en un artículo del pasado junio, en el que resaltaba que además de celebrar su 30 aniversario se trata de un Congreso que se inició reuniendo a la industria del reciclaje de baterías y actualmente congrega a toda la comunidad internacional de la economía circular de las baterías.
Por su relevancia quiero recalcar que no existe, a nivel internacional, ninguna plataforma más sobresaliente que este Congreso para que los profesionales del sector intercambien conocimientos, presenten sus innovaciones y den forma al futuro de la reutilización, la prefabricación y el reciclaje de pilas y baterías.
Dado que el sector de la economía circular de las baterías se encuentra en un momento crítico, introducción del nuevo reglamento sobre baterías en la UE y el cambiante contexto internacional (aranceles, etc.), es trascendental que todos los jugadores de la cadena (suministros, recursos, reciclaje…) se reúnan en Valencia para establecer nuevos contactos, encontrar socios y colaborar en la construcción de una economía circular de pilas y baterías sostenible y rentable a lo largo del tiempo.
El programa ha sido preparado por el Comité Directivo Internacional, presidido por Peter Hessler, incluye, como asuntos clave, la fabricación de baterías y las perspectivas de los materiales secundarios (dada la situación geopolítica, la obtención de materiales clave a través del reciclado es esencial para disminuir la dependencia de otros países; el reciclado es la nueva minería), la competitividad, modelos económicos para el reciclaje de diversas tecnologías de baterías y el impacto de la evolución de la normativa. Como sostiene Peter Hessler “los principales líderes de la industria de todo el ciclo de vida del reciclaje de baterías, desde la minería hasta el uso y la recolección al final de su vida útil, pasando por la reparación, la reutilización y el reciclaje, se reúnen en ICBR con expertos y reguladores para garantizar que esta industria siga siendo una parte vital y vibrante de la economía circular en Europa y en todo el mundo”.
Para no aburrir, solo resaltaré algunas nuevas actividades que se han incorporado a esta edición valenciana del Congreso, como:
Innovación: se presentará una nueva plataforma de emprendedores por lo que hago un llamamiento, como en junio, a las startup valencianas especialmente y españolas para que vengan a conocer la industria y presentar sus proyectos.
Talleres: se ofrecen 2 talleres exclusivos sobre «Almacenamiento seguro, transporte y gestión de baterías de litio» y «Emisiones de PFAS durante el reciclado de baterías».
Pruebas de conducción: Los asistentes podrán conducir vehículos de Levante Wagen/Audi Center (Audi, VW, Skoda, Cupra), una forma emocionante de experimentar la innovación de movilidad sostenible.
Visita a instalaciones: Los delegados tendrán la oportunidad única de visitar las instalaciones de conversión de residuos en energía de Sarpi Veolia Constanti en Tarragona, para obtener una visión real de los procesos de recuperación a escala industrial y otra al Centro de Tecnología Nanofotónica en Valencia.
Se esperan alrededor de 625 congresistas de más de 40 países, además de casi 50 expositores que han llenado el espacio del Palacio de Congresos y que representan a toda la cadena de valor de la industria: desde la minería, la fabricación y el reciclaje de baterías, sistemas de recogida, fabricantes de equipos originales, responsables políticos, proveedores de servicios y los profesionales de la reparación, el reacondicionamiento y la re-fabricación. En la edición de 2023 se alcanzó una cifra de participación de 612 delegados, cifra que se va a superar en este ICBR 2025, siendo entonces el principal país Alemania con la asistencia de 140 delegados. Incluyo la gráfica de asistencia por países y número de delegados en 2023.
Se ha elegido Valencia (por segunda vez) para albergar este Congreso por sus credenciales medioambientales (Capital Verde Europea) y por su excelente infraestructura y localización geográfica a pesar de la enorme presión de otras sedes europeas como Basilea y Salzburgo, también Madrid. Estamos tratando de consolidar Valencia como sede de este Congreso para los próximos 10 años y aquí será altamente significativa la implicación del Ayuntamiento de Valencia.
Aunque estoy algo decepcionado ya que la Alcaldesa de Valencia no ha podido encontrar en su agenda veinte minutos para pronunciar su discurso de Bienvenida en la inauguración del Congreso, tal como si ha podido hacer José Vicente Morata, Presidente de la Cámara de Comercio de Valencia; en su lugar representará al Ayuntamiento de Valencia la titular de la Concejalía de Innovación, Paula Llobet, pero este mismo martes día 2 nos comunican que no podrá asistir por tener otro compromiso fuera de Valencia; simultáneamente nos indican que asistirá en su lugar el concejal de Grandes Proyectos del Ayuntamiento, José Marí Olano, al que agradezco su presencia e interés.
A falta de unos días para la inauguración de esta edición histórica del ICBR me gustaría resaltar que este congreso es propiedad de ICM AG, líder internacional en la organización de congresos de Economía Circular y especializada en el reciclaje de vehículos, electrónica y baterías, así como en movilidad eléctrica, mercados y flujos de residuos de mayor crecimiento en el mundo. Con sede en Suiza, ICM organiza congresos en Europa, Norteamérica y Asia desde el 2000.
Su directora general y fundadora es Jeanette Burri-Duttlinger y dirige a un equipo de mujeres altamente especializado y cualificado a quien desde aquí agradezco que haya contado con Valencia como sede en 2025.
Ya se celebró en Valencia el congreso de 2023, pero la presión internacional hizo que 2024 se celebrara en Basilea; tras muchas gestiones obtuvimos el visto bueno para la celebración del XXX ICBR 2025 en Valencia, pero los tristes acontecimientos de la riada del 29-Octubre hicieron peligrar dicho compromiso. Tanto ICM como el Comité Directivo de ICBR, presidido por Peter Hessler, manifestaron sus dudas y anularon la elección de sede en Valencia. Las duras imágenes de esos días y la magnitud del desastre sobrecogieron y horrorizaron a los organizadores que consideraron inviable la celebración en 2025 del congreso en Valencia. Se les insistió en que el daño no había afectado a la parte norte del territorio debido a unas obras e infraestructuras que protegieron la ciudad y se les conminó a visitar Valencia, cosa que hicieron, para evaluar lo dicho. Se les invitó nuevamente a celebrar el congreso en Valencia, ahora con más motivo, para dar seguridad, valor y apoyo a la ciudad, a lo que accedieron, no sin reconocer su sorpresa por el terrible daño que asoló a la zona sur de la comarca y la falta de daños del resto de Valencia.
No parece que ni desde el Ayuntamiento ni desde la Generalitat hayan calibrado la repercusión y las oportunidades que la celebración de este Congreso pueden reportar a Valencia, no solo por el retorno económico que vía gasto directo de los asistentes reporta sino también por las innumerables oportunidades que los contactos y cruce de innovación ocasionaría, pero esto ya es materia para otro artículo. Sin obviar que la organización y celebración de este ICBR 2025 no ha tenido ningún tipo de coste a las arcas públicas, ya que ha sido costeado en su totalidad con capital privado, sin subvenciones ni ningún otro tipo de ayuda pública.
Con la esperanza de que estos días no “llueva” en Valencia, os espero a todos los actores del sector en el Palacio de Congresos donde pasaremos unos días muy intensos, provechosos y altamente productivos.
Mi recuerdo para las 228 víctimas de las inundaciones y mi apoyo y cariño a sus familiares. Y nuestro esfuerzo y solidaridad para los damnificados y perjudicados.
Ricardo Romero es especialista en estrategia de impacto